El portavoz del Gobierno nipón, Yoshito Sengoku, advirtió de que las autoridades japonesas seguirán "vigilando con atención" la zona y estimaron imposible "predecir las actividades futuras de las patrulleras de las zonas de pesca chinas".
Una crisis diplomática estalló después de la captura, el 7 de septiembre, de un pesquero chino por los guardacostas japoneses que acababa de embestir en las inmediaciones de esas tierras deshabitadas. Pekín protestó por la detención en Japón del capitán del pesquero chino y congeló todos los contactos de alto nivel con Tokio antes de que las autoridades niponas liberaran al oficial el 24 de septiembre.
Los primeros ministros japonés y chino, Naoto Kan y Wen Jiabao, se reunieron el lunes en Bruselas y se pusieron de acuerdo para mejorar las relaciones bilaterales, lo que rebajó la tensión. Ambos reiteraron, no obstante, la soberanía de sus países respectivos sobre los islotes, que están en aguas ricas en pesca y con un subsuelo que podría encerrar hidrocarburos.
Sengoku no quiso confirmar que la marcha de las patrulleras chinas tenía que ver con la calma de la crisis, y estimó que otras razones podían explicar la retirada de ambos barcos, sin más precisiones. Japón acusa a China de haber decretado un embargo sobre las exportaciones al archipiélago de tierras raras, recursos minerales esenciales para los sectores de la electrónica y el automóvil.
El régimen chino lo desmintió, pero los importadores japoneses confirmaron un bloqueo de los suministros. Negociantes nipones afirmaron estos últimos días que pudieron reanudar los trámites aduaneros previos a la compra de estas sustancias preciosas, pero las importaciones no han vuelto a empezar, según las mismas fuentes. Un japonés detenido el 20 de septiembre en la provincia de Hebei (norte) permanece detenido en China, acusado de haber "filmado ilegalmente instalaciones militares".
Según su empresa japonesa de obras públicas, este empleado preparaba un proyecto de eliminación de unas 400.000 armas químicas abandonadas por el Ejército japonés en China al final de la Segunda Guerra Mundial. La ONU encargó a Japón de la limpieza de los lugares contaminados. Tres colegas detenidos en el marco del mismo caso fueron puestos en libertad y regresaron a Japón la semana pasada.
Fuente: Noticiasdebarrio.com
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